lunes, 29 de junio de 2015

¿Quiere alguien cambiar la consulta por un móvil?

Este fin de semana estuve ojeando este artículo de la Revista Española de Salud Pública, mediante el cual se publican los resultados de aplicar un Focuss Group para explorar la relación de la calidad médico-paciente en el ámbito de la Atención Primaria en Alicante.

El artículo es de 2.002 (ya ha llovido algo desde entonces) aunque la descripción de las realidades percibidas, tanto por pacientes como por profesionales, no me parecen en absoluto desfasadas.

Su lectura me dio que pensar sobre  la relación que se establece entre lo que el artículo denomina una actitud humanista del médico (podéis ver en una pequeña tabla las características que han definido para la misma) y la percepción por parte del paciente de un mejor desenlace de sus problemas de salud. Esta claro que el paciente desea que el profesional acierte en el diagnóstico pero la calidez en la atención sanitaria conforma un elemento diferencial para el paciente. Los pacientes establecieron una clara relación entre el interés y la capacidad de escucha del médico, la capacidad de diagnóstico, el establecimiento de un tratamiento adecuado y el desenlace de la enfermedad.

Creo que esto viene siendo así desde que existe la medicina y no pienso que haya variado desde que el mencionado artículo fue publicado.  Por ello,  me pregunto  si realmente como pacientes estamos preparados para asumir todo el desarrollo tecnológico que nos ha invadido desde ese, ya lejano,  2.002.

Y ojo, que  me lo pregunto yo,  friki tecnológico, entusiasmado con la e-salud, la telemedicina, los wearables, etc...

Creo que la tecnología para móviles puede agilizar e incrementar la eficiencia en la atención sanitaria. Y parece que no solo yo porque, de acuerdo con el segundo barómetro de adopción M2M anual de Vodafone (en el que han participado 600 directivos de 14 países),  el 19 % de las empresas de asistencia médica entrevistadas ya utilizan tecnología M2M y se espera que esta cifra aumente a un 57 % en 2.016. 

Pero eso sí, un tercio de esas empresas considera el ahorro de costes como una motivación para la adopción de M2M.

Se denomina M2M a una forma de comunicación en formato de datos entre máquinas (Machine to Machine) remotas. Esto es lo que permite el desarrollo del  "Internet de las cosas", máquinas conectadas a la red. Muchos expertos consideran en esto va a consistir la próxima revolución industrial.

Y su evolución ya es imparable. Hay estudios que prevén que el número de dispositivos conectados dentro del sector de la salud llegará a 847 millones en 2.023. Además, la previsión de crecimiento de apps y dispositivos para monitorización remota (diabetes, arritmias, etc...), localizadores y sensores de movimiento para pacientes (personas mayores, demencias, etc), consultas médicas por videoconferencias con información sobre las constantes del paciente son tendencias a las que todos los expertos  auguran un crecimiento exponencial en los próximos años.

Pero ¿es el paciente el que demanda estas innovaciones?. ¿Quieren los pacientes tener dispositivos para recibir tratamiento sin  "la molestia" de visitar al médico o pasar por la consulta?. ¿Quiere el profesional utilizar esta tecnología para aligerarse presión y liberar tiempo para otra atención sanitaria?. ¿Quieren los sistemas de salud aplicar estos dispositivos para reducir frecuentación y ahorrar costes?. ¿Quieren los fabricantes de tecnología crear nuevas necesidades y nichos de mercado?. ¿Todo esto va a cambiar esa demanda de actitud humanista del médico que os comentaba al principio?.

Demasiadas preguntas para un domingo por la tarde. Y además un servidor es totalmente incapaz de contestarlas,  por lo que se quedan en el aire.

Una buena temporada interesado en las innovaciones tecnológicas y en la salud 2.0 para acabar un domingo dudando de si eso es lo que nos demanda el paciente o simplemente es una moda de la que algunos nos hemos vuelto cautivos. Vamos, que  más de uno me diría ahora eso de ...."Zas, en toda la boca".








lunes, 22 de junio de 2015

¿Preocupados por un mundo saludhable?

Leí esta semana este artículo en Infosalus.com sobre las ayudas al desarrollo en salud. Y tengo que admitir que me hizo reflexionar.

Habitualmente solemos preocuparnos de lo micro o lo cercano a la hora de analizar o debatir sobre el impacto de la recesión económica en la financiación de la Salud. Pero si a nosotros la crisis nos ha afectado de manera evidente, no pude evitar preguntarme como habrá  impactado en la financiación sanitaria de los países más desfavorecidos.

Pues bien, he aprovechado para leer el informe anual sobre Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) en salud, que examina los datos aportados por  la OCDE y desgraciadamente, como ya me esperaba, estamos muy lejos de cumplir en la Unión Europea con el objetivo de destinar el 0,7% de la Renta Nacional Bruta a la Ayuda al Desarrollo. 

En el resumen ejecutivo del documento ya me encuentro que hay 200.000 millones de dólares de déficit entre el volumen de ayuda de los distintos Estados que conforman el Comité de Ayuda al Desarrollo y ese objetivo del 0,7%, siendo solo Dinamarca, Luxemburgo, Noruega y Suecia los que alcanzaron ese porcentaje en 2.012.

En el resto de países se viene reduciendo la ayuda desde el 2.009, dejando un porcentaje global en 2.012 en el 0,35%.

Según este informe entre 2.010 y 2.011 España recortó la ayuda oficial al desarrollo en salud un 45%, aunque sobresalen tristemente Italia, Austria, Grecia y Portugal con reducciones que, en algún caso, llegan al 60%.

Es obvio que los países con mejores economías pueden hacer mayores aportaciones a la AOD, pero el informe destaca la correlación negativa entre las distintas capacidades económicas y su esfuerzo financiero en AOD.  

Es evidente que mejorar el acceso a la salud produce una mejora en la salud pública y ayuda en la erradicación de la pobreza. Pese al desarrollo experimentado en este ámbito en los primeros años del milenio siguen existiendo unas diferencias entre paises desarrollados y paises en desarrollo que deberían sonrojarnos. 

Van a cumplirse 15 años del informe  de la Comisión de Macroeconomía y Salud de la OMS en el que se señalaba que, si todos contribuíamos con un 0,1% de la Renta Nacional Bruta a la Salud global, sería posible proporcionar salud a casi todos los países de renta baja.  Parece ser que todo se ha quedado en una declaración de buenas intenciones.

Si estaís interesados en la información completa  podéis tener acceso al documento  aquí.

domingo, 14 de junio de 2015

Derribando barreras contra el Empowerment del Paciente

Dentro de los muchos palabros que importamos actualmente del mundo anglosajón se encuentra el de "empowerment" (siempre me pareció horrible su traducción como "empoderamiento"). 

Su significado en español deriva de los términos potenciar, poder, capacitar y permitir,  entre otros.

Esta filosofía organizacional se basa en la delegación de la autoridad y del poder por parte del líder de una organización, en este caso a sus empleados. La toma de decisiones ya no depende de una persona si no que todos poseen la autoridad, el espíritu crítico y la responsabilidad para poder llevar a cabo con una máxima eficiencia las labores cotidianas.

Se trata de que todos den lo mejor de si. Siendo dueños de su propio trabajo, los empleados mejoran su autoestima y confianza, participan en la toma de decisiones, se esfuerzan por proponer ideas y establecer retos. En consecuencia, mejoran su rendimiento, y por tanto la productividad y rentabilidad de la organización.

Este término aplicado al ámbito sanitario, nos lleva a hablar del empowerment del paciente. Se trata de compartir nuestro poder y darle al paciente la información y la capacidad para una  verdadera autonomía y participación en la toma de decisiones en todos los ámbitos de su proceso asistencial (elección de proveedor y de las diversas opciones de tratamiento, gestión de sus autocuidados, etc....) que maximice su potencial para cuidar su salud y su bienestar. 

Implica por tanto educación, información y participación activa. Implica redefinir el papel del paciente en nuestro sistema. Implica mejorar su conocimiento sobre su enfermedad. Implica mejorar sus habilidades para que aborde de una manera competente la actividad sanitaria propia precisa para su mejoría o curación. Pero para todo ello debemos de eliminar todavía muchas barreras.

Afortunadamente el papel del paciente está creciendo cada vez más en nuestra sociedad. Gracias al desarrollo de la tecnología y a las redes sociales es mucho más fácil compartir información, vivencias y opiniones en todos los ámbitos, y la salud no es ajeno a esto.

Buceando en  este mundo de la salud 2.0,  el viernes pude conocer una iniciativa que quería compartir con vosotros en mi entrada de esta semana: es el hashtag #FFPaciente en Twitter. 

Este hashtag nace para recomendar iniciativas dirigidas por pacientes y destacar practicas que mejoren la visibilidad de los pacientes como agentes activos de la salud de la Comunidad. En resumen, una buena manera de derribar barreras frente al empowerment del paciente.

Esta iniciativa surge de Pedro José Soriano Martín, enfermero que actualmente trabaja en el Oxford Health Trust y al que, desde Gestión Saludhable, quiero felicitar por su iniciativa.

Os recomiendo visitar periodicamente su  blog "sdesalud"  si quereis conocer experiencias al respecto, tanto de profesionales como de pacientes.

Para finalizar me permito la libertad de compartir en este blog la lista de iniciativas de pacientes que Pedro José considera imprescindible actualmente, junto con las instrucciones precisas para incluir nuevas iniciativas que entre todos podáis aportar.




lunes, 1 de junio de 2015

Economía Colaborativa y Salud

Kevin Kelly, fundador y editor de la revista Wired, es uno de los iconos en analizar el impacto de la tecnología en nuestras vidas. Dentro de los conceptos que, para él, dominarán el modo de acceder a la información en el futuro está el compartir, citando textualmente que:

"Es evidente que vivimos en un mundo donde muchas de las innovaciones llegan del aspecto social, colectivo, de las cosas.... No sabemos hasta dónde puede llegar esta lógica en las próximas dos décadas, pero ya está probado que todo lo que se puede compartir enriquece su valor, desde los amigos a las inversiones. La tendencia es evidente: el acceso vence a la posesión. El acceso es mejor que la propiedad".

La crisis económica que hemos atravesado nos ha obligado a llevar esta reflexión al terreno de los bienes materiales. Están apareciendo nuevas fórmulas de satisfacer nuestras necesidades que modifican el concepto de propiedad por el de posesión, uso o disfrute de los bienes.

Economía de la Colaboración, Consumo Colaborativo o Economía del Acceso son términos utilizados para describir esta tendencia donde el acceso prima frente a la propiedad..... ¿para qué comprar un taladro que solo usaré unos 15 minutos en toda su vida útil?.

Esto en si mismo no se trata de una idea nueva. Siempre hemos tenido acceso al compartir, intercambiar, prestar o alquilar cualquier bien, pero si que es cierto que la tecnología actual nos permite poder hacerlo a gran escala. La eficiencia de internet y la capacidad de generar confianza entre extraños ha creado la posibilidad de que  ahora lo podamos realizar, además de sin intermediarios, sin la necesidad de que conozcamos a la persona con quién vayamos a hacerlo.

El consumo colaborativo empezó a materializarse con eBay o Grownies, pero últimamente está sufriendo una explosión  (no exenta de polémica en algunos casos) con  la llegada de Uber, Airbnb, Bicing, etc....

  • ¿Está tendencia podría hacerse un hueco en el sector sanitario?. 
  • ¿Podría la economía colaborativa, aunque fuese modestamente, ayudar a racionalizar el gasto sanitario público?.
  • ¿Hay tecnología en nuestros centros  infrautilizada que podrían ser susceptibles de ser compartidos entre recursos o niveles asistenciales?.


De una manera muy tenue, está naciendo alguna plataforma como Cohealo, en Estados Unidos, especifica para el sector sanitario. Empezó con tres hospitales en  2.012 y a finales del 2.014 contaba con más de 50 centros adheridos. Su ecosistema tiene ya más de 200.000 dispositivos de  ámbito quirúrgico (fundamentalmente equipos y material de laparoscopia) que pueden funcionar en régimen de consumo colaborativo entre sus centros.

En Europa, el hospital Rinjstate, hospital de 850 camas y unos 3.000 empleados,  ha firmado un acuerdo con la plataforma Floow2 para poner en marcha un proyecto que les permita compartir su capacidad ociosa con otras organizaciones sanitarias, con el objetivo de aprovechar sinergias y reducir costes.

Para finalizar, ya que hoy he hablado de compartir, comparto en este enlace el Dossier nº 12 de economistas sin fronteras. Un monográfico sobre economía colaborativa  que me ha resultado de gran interés.