lunes, 21 de septiembre de 2015

Creatividad y Salud para el desarrollo: hoy toca quitarse el sombrero

Uno de mis primeros posts en Gestión Saludhable hablaba sobre la necesidad de ser creativos a la hora de desarrollar soluciones que puedan ayudar al desarrollo en el tercer mundo en la gestión de la salud, creatividad que, en muchas ocasiones, era más importante que el puro y duro desembolso económico. Podéis recuperar el post aquí.

Estas últimas semanas he podido leer con alegría que un joven ingeniero español, Alejandro Escario, ha recibido un premio del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) al mejor proyecto médico por el diseño de una incubadora de bajo coste pensada para países en vías de desarrollo.

Esta incubadora tiene un precio de unos trescientos euros. Está hecha principalmente de madera, material abundante y barato en los países en vías de desarrollo,  y tiene control electrónico de la humedad y la temperatura interior. El invento está siendo probado en estos momentos en Benin.

Desde luego la iniciativa me ha parecido impresionante y, desde aquí solo me cabe felicitar a Alejandro por esta genialidad que puede suponer un avance importantísimo en el tratamiento de los prematuros en países en vías de desarrollo.


Otro proyecto más que interesante es el que ha desarrollado  la Fundación  EHAS (Enlace Hispano Americano de Salud)  en varias comunidades aisladas en Guatemala con el propósito de mejorar la salud materno-perinatal equipando al personal sanitario itinerante de esas zonas aisladas de ecógrafos portátiles alimentados con paneles solares plegables y un sistema de análisis basado en muestras de sangre recogidas en papel de filtro (Proyecto Embarazo Saludable). 

Mediante el mismo se está consiguiendo llevar un control de gestantes similar al que se llevaría en un centro de salud urbano, en un territorio en el que la mortalidad materna es tres veces superior en las mujeres indígenas que en la población no indígena.

El personal sanitario lleva una mochila Kit compuesta de un portatil, una sonda ecografía USB, dos baterías, un panel fotovoltaico plegable y un sistema de análisis de sangre seca. El siguiente video muestra la operativa:


Dos iniciativas para el desarrollo de salud en países de desarrollo baratas, ingeniosas y efectivas. Dos iniciativas ante las que me quito el sombrero

jueves, 3 de septiembre de 2015

Alianzas veraniegas entre gigantes. ¿serán Saludhables?

Gestión Saludhable inicia el nuevo curso algo oxidada después de la desconexión estival, pero con ilusiones renovadas por volver a la actividad. Y este  mes de septiembre  lo he iniciado con cierta curiosidad  ante el interés de Google por la diabetes.

Ayer la mayoría de la prensa digital nos hacía desayunar con la  alianza de Sanofi,  la farmacéutica que comercializa  Lantus (probablemente la insulina más popular del mundo) con el gigante  propietario del famoso motor de búsquedas en internet, con un objetivo conjunto:  encontrar nuevas fórmulas para controlar y tratar la diabetes. 

Me dejo pensativo puesto que es la segunda alianza en poco más de un mes. Recientemente también se anunciaba el acuerdo de Google con otra farmacéutica, esta vez Novartis, para el desarrollo de unas lentillas capaces de leer el nivel de glucosa en sangre. Estas lentillas, que irían conectadas a un smartphone, permitirían monitorizar de manera constante los niveles de azúcar y las condiciones físicas de los pacientes a efectos de prevenir crisis y tomar medidas ante las bajadas de niveles.

Uno no pierde de vista que esta enfermedad significa uno de los principales mercados de la industria farmacéutica. Las ventas de antidiabéticos dejaron unos beneficios de más de 41 mil millones de dólares en 2.014 y hay estimaciones de que en 2.020 podrían llegar a generar 60 mil millones. La Federación Internacional de la diabetes espera que la dolencia afecte a 592 millones de personas en el mundo para 2.035.

A estas alturas creo que soy capaz de entender los motivos de Sanofi y Novartis, pero ¿que es lo que lleva a Google (a través de su división Life Sciences) a apostar por invertir en esta nueva línea de negocio? ¿Qué beneficios espera obtener a cambio?.

Independientemente al desarrollo de dispositivos de tecnología enfocada a la salud, no puedo dejar de pensar en que uno de los principales activos de los modelos de negocio de buscadores, redes sociales, portales de compra y otras organizaciones del mundo "OnLine" es la información y las bases de datos.

Siempre se ha dicho que la información es poder. El mayor negocio de Google reside en la publicidad, reforzado por un buscador que es la entrada de la mayor base de datos global del mercado.

Seguramente será un efecto del síndrome postvacacional, pero no puedo evitar cierto nivel de desconfianza  al comprobar que la mayor compañía de información del mundo se interesa por los datos sobre la salud de sus habitantes. Unos datos sensibles, que deben de gozar de la mayor protección y privacidad por parte de la sociedad.

Pero si además pienso que Google es una empresa americana y tengo en cuenta el concepto de la protección de datos existente en USA, la desconfianza se podría llegar a transformar más bien en alarma (aquí podéis ver una sencilla comparativa entre la protección de datos europea y la imperante en Estados Unidos).







domingo, 26 de julio de 2015

Hoy toca salud y dinero (otro día hablamos de amor)


Cada cierto tiempo (cuatro años aproximadamente) suele terminar en los medios de comunicación un  debate sobre la financiación de la sanidad. Los nuevos responsables públicos acceden a toda la información y supongo que es un buen momento para hacer balance sobre el déficit sanitario y para revisar la procedencia o improcedencía de los acuerdos del Consejo de Política Fiscal y Financiera sobre el sistema de  financiación de las Comunidades Autónomas.

La financiación de la sanidad no tiene una partida presupuestaria estatal sino que, del total de los impuestos recaudados, se gestiona  la distribución a las Comunidades Autónomas para que estas, que soportan el gasto sanitario, cubran las necesidades de los ciudadanos.

Pero son los gestores autonómicos los que deciden sobre el gasto de su sistema sanitario. En cada Comunidad Autónoma se decide cuanto gastar y cómo se gasta. Son los Presupuestos anuales de esa comunidad los que fijan las partidas para cada uno de los servicios que se consideren precisos abordar según las prioridades políticas que decidan para cada ejercicio. 

Parece evidente que no existe la oportuna correlación entre los ingresos que se obtienen vía Gobierno Central y las necesidades que se consideran imprescindible por parte de los gobiernos autonómicos. Y entonces es cuando surgen los debates sobre los hechos diferenciales, que si unos son más viejos u otros están más dispersos o terceros que tienen más población rural que urbana, etc, pidiendo que, en cada caso, se establezca el oportuno factor de corrección.

Pero es difícil que los mismos mecanismos beneficien a todas las Comunidades por igual, por lo que ya está montado el lío. Se originan tensiones en las transferencias, se da lugar a diferencias que ponen en peligro la equidad del sistema y se originan desigualdades. Aunque tampoco debemos olvidar que también se han generado desigualdades territoriales en función de decisiones adoptadas sobre el gasto.

Un problema complejo que cada cuatro años aproximadamente podremos comprobar que no hemos sido capaces de solucionar (por lo menos en lo que se refiere a la contención del déficit sanitario).

Unos dicen que una solución puede ser mayor rigidez en la cartera de servicios, otros dicen que el establecimiento de partidas finalistas en sanidad por parte del Gobierno Central ayudaría. Yo no me atrevo a dar soluciones aunque creo que la responsabilidad en el gasto y la posibilidad de que se tenga en cuenta la eficiencia en el reparto, son factores de éxito en los que todos podemos ir trabajando.

Para profundizar sobre la financiación del gasto sanitario en España me ha parecido muy interesante este Informe de la fundación BBVA dirigido por Juan Manuel Cabasés Hita.


jueves, 16 de julio de 2015

En Salud también podemos ser creativos

Esta semana, en el transcurso del MBA que estoy cursando,  he tenido la oportunidad de realizar un taller sobre creatividad e innovación en el que me he podido adentrar en el mundo del "Design Thinking".

Y tengo que admitir que despertó en mi la suficiente curiosidad como para dedicarme, durante unos cuantos días,  a devorar toda la documentación que he podido conseguir.

Hace casi tres meses compartí unas reflexiones en esta entrada del blog en las que me quejaba de la falta de innovación en procesos en el sector sanitario, sector en el que preferíamos ceñirnos a tecnificar (aplicar nuevas tecnologías en los procesos existentes). 

Pues creo que voy a tener que rectificar: design thinking me ha parecido una herramienta potente y una de las soluciones para poder innovar en nuestros procesos internos (reingeniería) y en la coordinación con nuestros principales stakeholders.

Según Tim Brown, director ejecutivo de IDEO y uno de los impulsores de Design Thinking  junto a la Universidad de Stanford,  esta técnica es "un enfoque que utiliza la sensibilidad del diseñador y sus métodos de resolución de problemas para satisfacer las necesidades de las personas de un modo tecnológicamente factible y comercialmente viable. en otras palabras, el design thinking es una innovación centrada en la persona".

Se basa en  concentrarse en el proceso de diseño mas que en el producto final, formando equipos sólidos y multidisciplinares para:
  • Adquirir conocimientos básicos sobre los usuarios y sobre la situación o el problema a resolver (Comprender).
  • Lograr empatía con los usuarios mirándoles de cerca (Observar).
  • Crear un usuario típico para el cual diseñar nuestra solución o producto (Definir el enfoque).
  • Generar todas las ideas posibles (Idear).
  • Construir prototipos reales de las mejores ideas (Prototipar).
  • Comprobar las reacciones de los usuarios frente a los distintos prototipos (Probar).
Mediante este proceso de observación continua se pueden adquirir nuevas percepciones e incluso llegar a replantearse de nuevo el problema. Para cada uno de estos pasos se utilizan múltiples herramientas de diseño y de creatividad. Muchas de ellas las podéis ver en esta estupenda web: designpedia

La técnica ha transpasado ya los productos, aplicandose en servicios de diversa índole. Los diseñadores de IDEO están aplicando el "design thinkinng" para abordar diversos retos en el mundo.

¿Y en Salud?......¿Podemos ser creativos?. Pues también hay unas cuantas experiencias, siendo el Centro de Innovación de la Clínica Mayo un referente en la aplicación del design thinking en el ámbito de la salud. Pero aquí en España también se están haciendo cosas muy interesantes, como los programas formativos Moebio y d-Health de Biocat, que han identificado un buen número de oportunidades de mejora en nuestro sector.

Un ejemplo practico del resultado de un proceso de Design Thinking en el ámbito de la Salud es el desarrollado por esta empresa de Zaragoza, Thinkers al poner en marcha AlzhUp una aplicación para proveer de terapia cognigtiva-emocial personalizada para los enfermos de Alzheimer. En este video podéis ver como funciona. Chapeau...

lunes, 29 de junio de 2015

¿Quiere alguien cambiar la consulta por un móvil?

Este fin de semana estuve ojeando este artículo de la Revista Española de Salud Pública, mediante el cual se publican los resultados de aplicar un Focuss Group para explorar la relación de la calidad médico-paciente en el ámbito de la Atención Primaria en Alicante.

El artículo es de 2.002 (ya ha llovido algo desde entonces) aunque la descripción de las realidades percibidas, tanto por pacientes como por profesionales, no me parecen en absoluto desfasadas.

Su lectura me dio que pensar sobre  la relación que se establece entre lo que el artículo denomina una actitud humanista del médico (podéis ver en una pequeña tabla las características que han definido para la misma) y la percepción por parte del paciente de un mejor desenlace de sus problemas de salud. Esta claro que el paciente desea que el profesional acierte en el diagnóstico pero la calidez en la atención sanitaria conforma un elemento diferencial para el paciente. Los pacientes establecieron una clara relación entre el interés y la capacidad de escucha del médico, la capacidad de diagnóstico, el establecimiento de un tratamiento adecuado y el desenlace de la enfermedad.

Creo que esto viene siendo así desde que existe la medicina y no pienso que haya variado desde que el mencionado artículo fue publicado.  Por ello,  me pregunto  si realmente como pacientes estamos preparados para asumir todo el desarrollo tecnológico que nos ha invadido desde ese, ya lejano,  2.002.

Y ojo, que  me lo pregunto yo,  friki tecnológico, entusiasmado con la e-salud, la telemedicina, los wearables, etc...

Creo que la tecnología para móviles puede agilizar e incrementar la eficiencia en la atención sanitaria. Y parece que no solo yo porque, de acuerdo con el segundo barómetro de adopción M2M anual de Vodafone (en el que han participado 600 directivos de 14 países),  el 19 % de las empresas de asistencia médica entrevistadas ya utilizan tecnología M2M y se espera que esta cifra aumente a un 57 % en 2.016. 

Pero eso sí, un tercio de esas empresas considera el ahorro de costes como una motivación para la adopción de M2M.

Se denomina M2M a una forma de comunicación en formato de datos entre máquinas (Machine to Machine) remotas. Esto es lo que permite el desarrollo del  "Internet de las cosas", máquinas conectadas a la red. Muchos expertos consideran en esto va a consistir la próxima revolución industrial.

Y su evolución ya es imparable. Hay estudios que prevén que el número de dispositivos conectados dentro del sector de la salud llegará a 847 millones en 2.023. Además, la previsión de crecimiento de apps y dispositivos para monitorización remota (diabetes, arritmias, etc...), localizadores y sensores de movimiento para pacientes (personas mayores, demencias, etc), consultas médicas por videoconferencias con información sobre las constantes del paciente son tendencias a las que todos los expertos  auguran un crecimiento exponencial en los próximos años.

Pero ¿es el paciente el que demanda estas innovaciones?. ¿Quieren los pacientes tener dispositivos para recibir tratamiento sin  "la molestia" de visitar al médico o pasar por la consulta?. ¿Quiere el profesional utilizar esta tecnología para aligerarse presión y liberar tiempo para otra atención sanitaria?. ¿Quieren los sistemas de salud aplicar estos dispositivos para reducir frecuentación y ahorrar costes?. ¿Quieren los fabricantes de tecnología crear nuevas necesidades y nichos de mercado?. ¿Todo esto va a cambiar esa demanda de actitud humanista del médico que os comentaba al principio?.

Demasiadas preguntas para un domingo por la tarde. Y además un servidor es totalmente incapaz de contestarlas,  por lo que se quedan en el aire.

Una buena temporada interesado en las innovaciones tecnológicas y en la salud 2.0 para acabar un domingo dudando de si eso es lo que nos demanda el paciente o simplemente es una moda de la que algunos nos hemos vuelto cautivos. Vamos, que  más de uno me diría ahora eso de ...."Zas, en toda la boca".








lunes, 22 de junio de 2015

¿Preocupados por un mundo saludhable?

Leí esta semana este artículo en Infosalus.com sobre las ayudas al desarrollo en salud. Y tengo que admitir que me hizo reflexionar.

Habitualmente solemos preocuparnos de lo micro o lo cercano a la hora de analizar o debatir sobre el impacto de la recesión económica en la financiación de la Salud. Pero si a nosotros la crisis nos ha afectado de manera evidente, no pude evitar preguntarme como habrá  impactado en la financiación sanitaria de los países más desfavorecidos.

Pues bien, he aprovechado para leer el informe anual sobre Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) en salud, que examina los datos aportados por  la OCDE y desgraciadamente, como ya me esperaba, estamos muy lejos de cumplir en la Unión Europea con el objetivo de destinar el 0,7% de la Renta Nacional Bruta a la Ayuda al Desarrollo. 

En el resumen ejecutivo del documento ya me encuentro que hay 200.000 millones de dólares de déficit entre el volumen de ayuda de los distintos Estados que conforman el Comité de Ayuda al Desarrollo y ese objetivo del 0,7%, siendo solo Dinamarca, Luxemburgo, Noruega y Suecia los que alcanzaron ese porcentaje en 2.012.

En el resto de países se viene reduciendo la ayuda desde el 2.009, dejando un porcentaje global en 2.012 en el 0,35%.

Según este informe entre 2.010 y 2.011 España recortó la ayuda oficial al desarrollo en salud un 45%, aunque sobresalen tristemente Italia, Austria, Grecia y Portugal con reducciones que, en algún caso, llegan al 60%.

Es obvio que los países con mejores economías pueden hacer mayores aportaciones a la AOD, pero el informe destaca la correlación negativa entre las distintas capacidades económicas y su esfuerzo financiero en AOD.  

Es evidente que mejorar el acceso a la salud produce una mejora en la salud pública y ayuda en la erradicación de la pobreza. Pese al desarrollo experimentado en este ámbito en los primeros años del milenio siguen existiendo unas diferencias entre paises desarrollados y paises en desarrollo que deberían sonrojarnos. 

Van a cumplirse 15 años del informe  de la Comisión de Macroeconomía y Salud de la OMS en el que se señalaba que, si todos contribuíamos con un 0,1% de la Renta Nacional Bruta a la Salud global, sería posible proporcionar salud a casi todos los países de renta baja.  Parece ser que todo se ha quedado en una declaración de buenas intenciones.

Si estaís interesados en la información completa  podéis tener acceso al documento  aquí.

domingo, 14 de junio de 2015

Derribando barreras contra el Empowerment del Paciente

Dentro de los muchos palabros que importamos actualmente del mundo anglosajón se encuentra el de "empowerment" (siempre me pareció horrible su traducción como "empoderamiento"). 

Su significado en español deriva de los términos potenciar, poder, capacitar y permitir,  entre otros.

Esta filosofía organizacional se basa en la delegación de la autoridad y del poder por parte del líder de una organización, en este caso a sus empleados. La toma de decisiones ya no depende de una persona si no que todos poseen la autoridad, el espíritu crítico y la responsabilidad para poder llevar a cabo con una máxima eficiencia las labores cotidianas.

Se trata de que todos den lo mejor de si. Siendo dueños de su propio trabajo, los empleados mejoran su autoestima y confianza, participan en la toma de decisiones, se esfuerzan por proponer ideas y establecer retos. En consecuencia, mejoran su rendimiento, y por tanto la productividad y rentabilidad de la organización.

Este término aplicado al ámbito sanitario, nos lleva a hablar del empowerment del paciente. Se trata de compartir nuestro poder y darle al paciente la información y la capacidad para una  verdadera autonomía y participación en la toma de decisiones en todos los ámbitos de su proceso asistencial (elección de proveedor y de las diversas opciones de tratamiento, gestión de sus autocuidados, etc....) que maximice su potencial para cuidar su salud y su bienestar. 

Implica por tanto educación, información y participación activa. Implica redefinir el papel del paciente en nuestro sistema. Implica mejorar su conocimiento sobre su enfermedad. Implica mejorar sus habilidades para que aborde de una manera competente la actividad sanitaria propia precisa para su mejoría o curación. Pero para todo ello debemos de eliminar todavía muchas barreras.

Afortunadamente el papel del paciente está creciendo cada vez más en nuestra sociedad. Gracias al desarrollo de la tecnología y a las redes sociales es mucho más fácil compartir información, vivencias y opiniones en todos los ámbitos, y la salud no es ajeno a esto.

Buceando en  este mundo de la salud 2.0,  el viernes pude conocer una iniciativa que quería compartir con vosotros en mi entrada de esta semana: es el hashtag #FFPaciente en Twitter. 

Este hashtag nace para recomendar iniciativas dirigidas por pacientes y destacar practicas que mejoren la visibilidad de los pacientes como agentes activos de la salud de la Comunidad. En resumen, una buena manera de derribar barreras frente al empowerment del paciente.

Esta iniciativa surge de Pedro José Soriano Martín, enfermero que actualmente trabaja en el Oxford Health Trust y al que, desde Gestión Saludhable, quiero felicitar por su iniciativa.

Os recomiendo visitar periodicamente su  blog "sdesalud"  si quereis conocer experiencias al respecto, tanto de profesionales como de pacientes.

Para finalizar me permito la libertad de compartir en este blog la lista de iniciativas de pacientes que Pedro José considera imprescindible actualmente, junto con las instrucciones precisas para incluir nuevas iniciativas que entre todos podáis aportar.




lunes, 1 de junio de 2015

Economía Colaborativa y Salud

Kevin Kelly, fundador y editor de la revista Wired, es uno de los iconos en analizar el impacto de la tecnología en nuestras vidas. Dentro de los conceptos que, para él, dominarán el modo de acceder a la información en el futuro está el compartir, citando textualmente que:

"Es evidente que vivimos en un mundo donde muchas de las innovaciones llegan del aspecto social, colectivo, de las cosas.... No sabemos hasta dónde puede llegar esta lógica en las próximas dos décadas, pero ya está probado que todo lo que se puede compartir enriquece su valor, desde los amigos a las inversiones. La tendencia es evidente: el acceso vence a la posesión. El acceso es mejor que la propiedad".

La crisis económica que hemos atravesado nos ha obligado a llevar esta reflexión al terreno de los bienes materiales. Están apareciendo nuevas fórmulas de satisfacer nuestras necesidades que modifican el concepto de propiedad por el de posesión, uso o disfrute de los bienes.

Economía de la Colaboración, Consumo Colaborativo o Economía del Acceso son términos utilizados para describir esta tendencia donde el acceso prima frente a la propiedad..... ¿para qué comprar un taladro que solo usaré unos 15 minutos en toda su vida útil?.

Esto en si mismo no se trata de una idea nueva. Siempre hemos tenido acceso al compartir, intercambiar, prestar o alquilar cualquier bien, pero si que es cierto que la tecnología actual nos permite poder hacerlo a gran escala. La eficiencia de internet y la capacidad de generar confianza entre extraños ha creado la posibilidad de que  ahora lo podamos realizar, además de sin intermediarios, sin la necesidad de que conozcamos a la persona con quién vayamos a hacerlo.

El consumo colaborativo empezó a materializarse con eBay o Grownies, pero últimamente está sufriendo una explosión  (no exenta de polémica en algunos casos) con  la llegada de Uber, Airbnb, Bicing, etc....

  • ¿Está tendencia podría hacerse un hueco en el sector sanitario?. 
  • ¿Podría la economía colaborativa, aunque fuese modestamente, ayudar a racionalizar el gasto sanitario público?.
  • ¿Hay tecnología en nuestros centros  infrautilizada que podrían ser susceptibles de ser compartidos entre recursos o niveles asistenciales?.


De una manera muy tenue, está naciendo alguna plataforma como Cohealo, en Estados Unidos, especifica para el sector sanitario. Empezó con tres hospitales en  2.012 y a finales del 2.014 contaba con más de 50 centros adheridos. Su ecosistema tiene ya más de 200.000 dispositivos de  ámbito quirúrgico (fundamentalmente equipos y material de laparoscopia) que pueden funcionar en régimen de consumo colaborativo entre sus centros.

En Europa, el hospital Rinjstate, hospital de 850 camas y unos 3.000 empleados,  ha firmado un acuerdo con la plataforma Floow2 para poner en marcha un proyecto que les permita compartir su capacidad ociosa con otras organizaciones sanitarias, con el objetivo de aprovechar sinergias y reducir costes.

Para finalizar, ya que hoy he hablado de compartir, comparto en este enlace el Dossier nº 12 de economistas sin fronteras. Un monográfico sobre economía colaborativa  que me ha resultado de gran interés.




lunes, 25 de mayo de 2015

Humanizando, que es gerundio.

Después de un último post centrado en la tecnología, hoy voy a cambiar completamente de tercio y quiero hablar de una iniciativa que me parece encomiable. Es una iniciativa liderada por el intensivista Gabriel Heras, que ha sido reconocida con el premio "mejores ideas de la sanidad 2.014" del Diario Médico (en la categoría Legal, Etica y Deontológica)  y primer premio "Hospital Optimista 2.015".

Me refiero al proyecto HU-CI: Humanizando Los Cuidados Intensivos. Es un proyecto de investigación con la idea de realizar una visión global de las Unidades de Cuidados Intensivos para mejorar la atención a pacientes, familias y profesionales con los objetivos de humanizar los cuidados intensivos;  servir de punto de encuentro para pacientes, familia y profesionales; y difundir los cuidados intensivos, acercándolos a la población en general.

Y esto con un único deseo, que me permito la libertad de copiar literalmente de su Blog:

"Si desde el corazón de la medicina asociada a la tecnología, la Medicina Intensiva, logramos mandar y difundir el mensaje de volver a la atención en el ser humano, el resto de las Especialidades se sumarán....y se extenderá la HUMANIZACIÓN a toda la medicina".

Finalmente este deseo ha desembocado en la Declaración de Torrejón para la Humanización de los Cuidados Intesivos, que puedes leer y suscribir en este enlace.

En un entorno cada vez más tecnológico que nos facilita unas cuotas de calidad y eficiencia  crecientes, creo que no podemos permitirnos el lujo de cambiar calidez por calidad. Y ahí es donde entra el Dr. Heras, haciendonos recordar que la calidez es siempre la base de la profesión que hemos escogido, que la tenemos que tener siempre presente y que no podemos cometer el gravisimo error de cambiarla ni supeditarla a la calidad. Nuestro sistema necesita que ambas vayan de la mano.

Tanta Medicina basada en la Evidencia para los profesionales y tanta Medicina basada en la Eficiencia para los gestores puede hacernos perder de vista que el eje de nuestro sistema es el paciente, por eso la iniciativa del Dr. Heras merece todo mi reconocimiento y apoyo.

Os dejo un pequeño video donde el autor explica de primera mano sus inquietudes e impresiones sobre el proyecto:



domingo, 17 de mayo de 2015

TICs en Salud: Integrar para poder innovar.

Ayer conocí un dato que me hizo reflexionar: España se sitúa en el sexto puesto de la Unión Europea en cuanto a presencia de empresas de tecnologías de la información y comunicaciones (TICs) con un 6% del total de este tipo de empresas existentes en la UE. Pese a ello,  estas empresas contribuyen de una manera muy escasa a la riqueza (un 3,24 % del PIB) colocándonos a la cola de la Unión Europea junto a países como Rumania, Letonia, Lituania y Grecia. 

O sea muchas empresas pero con poco volumen de negocio.

Esto supongo que deberá ir cambiando en los próximos años puesto que la tecnología es un sector económico con un importante crecimiento, sobre todo en nuevos modelos de negocio, y supone un importante impulso para la innovación.

En el Sector Sanitario las TICs han tenido un importante desarrollo en los últimos años. Ese desarrollo ha ido acompañado de grandes inversiones que, no sé si en todos los casos, han repercutido de manera efectiva en el desarrollo del proceso asistencial o en el beneficio del paciente.

Pero ese desarrollo ¿se ha dado de una manera estructurada? ¿se ha planteado en base a una estrategia?.

Está claro que el punto de partida (situación existente hace escasamente 10 años) era muy deficiente en cuanto a sistemas de información, bases de datos, etc. pero creo que no siembre se ha tenido muy claro cual era la situación hacía la que queríamos llegar ni el camino que teníamos que recorrer para ello.

Con respecto a los procesos económico-administrativos, los pasos están empezando a dar sus frutos. La implantación de diversos ERPs en todos los servicios de salud han generado bastante homogeneidad en los procesos de aprovisionamiento y de Recursos humanos y nos ha permitido contar con una cantidad de información y unas herramientas de Business Intelligence (BI)  que hace unos pocos años no hubiéramos ni soñado.

Pero en lo relativo a los procesos asistenciales la situación sigue siendo muy heterogénea. Hasta dentro de los propios Servicios de Salud de cada Comunidad Autónoma. No es difícil encontrarse HIS distintos en cada Hospital de una misma comunidad y que además no se hablen entre ellos ni permitan extraer datos comparables de los procesos de diversos centros.

Y no hablemos ya de integración entre niveles asistenciales (atención primaria y atención hospitalaria).

La integración y la convergencia deben ser la prioridad sobre las TICs en nuestro sector, antes de dar pasos más avanzados,  y el objetivo hacía el que debemos dirigirnos.

Hoy en día el acceso a información de salud en internet, las redes de pacientes, las nuevas aplicaciones móviles relacionadas con la salud, el internet de las cosas, el desarrollo del Big Data, etc. van a cambiar los modelos de relación entre los diversos actores que intervienen en el sector sanitario.

Precisamente la integración de todos los datos que maneja el Sistema Nacional de Salud y una menor opacidad en la explotación de los mismos son las palancas que van a permitirnos obtener ventajas competitivas ante estos nuevos escenarios que la tecnología está provocando en nuestro sector.

Me ha parecido interesante este monográfico sobre Innovación y Nuevos Horizontes en TIC para la Salud, de la SEIS (Sociedad Española de Informática de la Salud).




martes, 5 de mayo de 2015

El Hospital: un paraiso para la logística.

Todos los que hemos trabajado en él sabemos que un gran hospital es un ente muy complejo. Cuanta más experiencia se atesora y más opciones se tienen de conseguir una "vista de pájaro", uno es más consciente de lo terriblemente complicado que resulta que todo esté sincronizado.

Por eso mismo, todos los procesos logísticos que se puedan aplicar a la gestión hospitalaria son de vital importancia, una importancia que no siempre todos los actores en el hospital le dan.

Una definición poco académica de logística (pero que a mi me gusta por su simpleza) es la de tener "un producto a tiempo, en el lugar correcto y en cantidades exactas al menor coste posible".

En nuestros centros nos preocupamos especialmente de las dos primeras variables (producto a tiempo y en el lugar correcto), pero solemos descuidar las dos últimas (cantidades exactas al menor coste posible). Esto  quizá sucede porque nadie que tenga la capacidad de conocer en profundidad el proceso asistencial  tiene, por regla general, inquietudes o conocimientos logísticos  y porque los que actuamos en el ámbito del proceso administrativo  normalmente nos conformamos con ceñirnos a compras, almacenaje y distribución (logística interna u hospitalaria), pero evitamos opinar sobre el proceso asistencial para no oír eso de "zapatero a tus zapatos"

Total que, como decía mi abuela, "por unos o por otros, la casa sin barrer", y eso influye de manera muy importante en la última variable de la definición anteriormente descrita (si, en "al menor costo posible").

El día que evaluemos este aspecto, nos daremos cuenta de que tenemos mucho margen de mejora en aspectos como gestión de las demandas, evaluación y definición de los servicios operativos y auxiliares o logística externa (entendida esta última como las actividades de seguimiento del paciente).

Técnicas derivadas de la teoría de los grafos, aplicaciones matemáticas derivadas de la investigación operativa (IO), implantación del Lean, etc.; además de reducir nuestros costes, nos pueden permitir incrementar la calidad y eficiencia de nuestras operaciones.

Por tanto es preciso integrar la Logística en la estrategía de nuestros centros y de nuestros procesos para poder establecer valores diferenciales del servicio ofrecido. La logística puede contribuir a potenciar los atributos del mismo que demandan los pacientes. Es imprescindible una actitud abierta ante las nuevas técnicas de organización, como primer paso hacia la simplificación de las operaciones.



Quizá los más sensibilizados con todas estas cuestiones sean los Servicios de Urgencias o  Emergencias. En una catastrofe o en una emergencia sanitaria no queda tiempo para la improvisación, y la logística en estos casos es mucho más crítica. Un ejemplo de los beneficios de aplicar la metodología Lean a un servicio de Urgencias hospitalario lo puedes encontrar aquí (por Javier Montero, del Hospital Reina Sofía de Cordoba).



domingo, 26 de abril de 2015

Hoy nos vamos de Compras

Una  de las actividades con  mayor interacción económica dentro de un centro sanitario es el suministro o aprovisionamiento o como finalmente se llame cuando se pongan de acuerdo los gurús de la logística y del management.

En el caso de la administración pública, se estima que la contratación pública supone  un 16 % del PIB de toda la Unión Europea. Esto puede dar una idea del volumen de euros que mueve y de la generación de empleo y riqueza que pueden llegar a crear. Partiendo de la base que los presupuestos sanitarios suelen moverse entre el 30 y el 35% de los presupuestos de una administración, el peso y el impacto económico de las decisiones que se toman cada día en el ámbito de las compras en nuestros hospitales es indudablemente de una importancia elevada.

Si, ya se que esto es una obviedad. De hecho todos los servicios de salud del SNS llevan ya unos cuantos años interesados en descubrir la clave para optimizar las cifras a través de ahorros en economías de escala, ERPs, centrales de compras, revisión de todos los decretos de delegación de competencias de todos los cargos públicos, etc. 

El conjunto de todas estas operaciones, junto con una correcta gestión de los stocks, pueden ser determinantes a la hora de arañar unas décimas a esa desviación presupuestaria que mes a mes nos va quitando el sueño cuando repasamos el cuadro de mandos.

Pero no solo de presupuestos vive el hombre. Todos los distintos actores que intervenimos en este proceso en el sector sanitario estaremos de acuerdo que el objetivo desde luego no debe ser comprar lo más barato posible, sino optimizar el conjunto de precio, calidad y servicio. 

Debemos ser de lo más eficientes con el dinero que el ciudadano deja bajo nuestra responsabilidad, debemos ser responsables con el impacto económico que generan en la sociedad nuestras decisiones y debemos actuar como ejemplo ante aquellas prácticas que supongan una adecuada promoción del desarrollo sostenible y del bienestar social.

Y a esto último es donde quería llegar yo con mi entrada semanal en el Blog.  Los poderes públicos son los primeros que deberían adoptar criterios éticos, de protección social, laboral o medioambiental en la contratación pública. Pero todavía nos queda mucho camino por recorrer para poder afirmar que en términos de comercio justo somos los que tiramos del carro.

Han pasado un poco más de  veinte años desde que se acuñó el término desarrollo sostenible en la Cumbre para la Tierra que tuvo lugar en Rio de Janeiro en 1.992, pero tuvieron que pasar 10 años para que, en la Cumbre Mundial sobre desarrollo sostenible de Johannesburgo de 2.002, se indicara expresamente a las Administraciones Públicas la necesidad de que "tengan en cuenta consideraciones relacionadas con el desarrollo sostenible en su toma de decisiones incluso sobre la planificación del desarrollo nacional y local, las inversiones en infraestructuras, el desarrollo empresarial y la contratación pública".

En nuestro país, con la entrada en vigor de la Ley 30/2.007, de 30 de octubre de Contratos del Sector Público se introdujo un nuevo paradigma en la contratación pública al indicar la propia ley  que entre "las principales novedades afectan a la previsión de  mecanismos que permiten introducir en la contratación pública consideraciones de tipo social y medioambiental, configurándolas como condiciones especiales de ejecución del contrato o como criterios para valorar las ofertas".

A pesar de que la Ley de Contratos lleva ya casi ocho años entre nosotros, no es muy habitual ver políticas y prácticas innovadoras sobre comercio justo en las compras del sector sanitario. No hay duda que las restricciones financieras y presupuestarias que el sector viene arrastrando desde el 2.008 no ayudan a que se fomente este tipo de visión entre los diversos actores del proceso de compra. Tampoco lo ponen fácil las características técnicas de los artículos que forman las primeras dos letras de la clasificación ABC de nuestros catálogos de productos, que no permiten muchas florituras debido a la limitación de la oferta en los distintos proveedores.

Pero lo cierto es que, lamentablemente,  el concepto de comercio justo y compras sostenibles, en términos generales,  todavía no está interiorizado en nuestro ADN de gestores sanitarios públicos.

Por ello me ha parecido muy interesante esta Guía de Contratación Pública Sostenible, del Foro de Consumo de Navarra en colaboración con el Servicio Navarro de Consumo  y la Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS). En la misma podréis encontrar un buen número de criterios sociales y consejos para incluir en la contratación pública, así como una relación de buenas prácticas de diversas Instituciones (entre las que me he alegrado de encontrar al Hospital Virgen de las Nieves de Granada).



lunes, 20 de abril de 2015

¿Innovar o tecnificar?. That's the question

Hace unos días, con motivo de una presentación de las II Jornadas de esalud que se celebraron esta semana en Oviedo, tuve un pequeño debate entre algunos de mis contactos en Twitter sobre los avances que había supuesto las innovaciones en procesos en los centros sanitarios.

¿En procesos? ¿Innovación?......No sé,  llevo veinte años deambulando por centros sanitarios y no he conseguido tener la sensación de que seamos innovadores a la hora de plantearnos como hacer las cosas.

Otra cuestión es el impacto que ha podido tener la tecnología en nuestro día a día, pero como muy bien  apuntaba Mónica López Ventoso en Twitter, eso no es innovar, es tecnificar. Y no distinguir ambas es un problema.

Es cierto que hay un elevado consenso en que la adquisición de tecnología avanzada tiene un efecto positivo sobre la innovación. Un ejemplo claro son las TIC, su implantación altera los modelos de negocio, propicia la reingeniería de procesos y facilitan la innovación.

Pero esto no es suficiente. La innovación, además de orientarse hacía los procesos tecnológicos, tiene que orientarse hacía la cooperación organizacional. Tiene que romper barreras para conseguir un proceso realmente horizontal entre los diversos servicios de nuestros centros.
 
Y no solo se trata de innovar en el proceso (innovar en cómo se produce). Nuestras organizaciones necesitan procesos de innovación intra e inter centros,   alcanzando incluso a ámbitos externos de cooperación con grupos de interés (stakeholders), organizaciones o centros externos (por ejemplo atención primaria o socio-sanitaria en el caso de un hospital).    

Y en eso creo que no hemos avanzado mucho en los últimos años.

Esto es muy dificil si además vamos a ciegas. Si no somos dados al Benchmarking, si no conocemos nuestra cadena de valor, si no evaluamos nuestros procesos, si seguimos escuchando el "siempre se a hecho así".

La sociedad nos está demandando cada vez nuevas interacciones con el paciente (que debemos incorporar a nuestros procesos mediante  empoderamiento), nuevos  servicios participativos con el resto de actores del Servicio de Salud y entre  los distintos Servicios de Salud del SNS.

Mantener a estas alturas unos centros de 5.000 trabajadores, totalmente burocratizados, con una historia de 50 años y cultura funcionarial no tiene mucho sentido. Nuestros centros son transatlánticos que no  se caraceterizan por la autocrítica ni por las ganas de cambiar las cosas. Eso tiene que cambiar.

lunes, 13 de abril de 2015

Colaboración entre Hospitales: Si Se Puede.

Tuve la suerte de poder trabajar para el Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) entre el 2.011 y el 2.013, periodo que supuso para mi una gran experiencia y  tras la cual dejé un buen número de amigos y de gente a la que aprecio sinceramente.

Por eso no necesito muchas excusas para regresar a la Tierrina en cuanto tengo la más mínima oportunidad. Y, como ya comenté en el Blog aquí este fin de semana tenía la ocasión de asistir en Tapia de Casariego a las I  Jornadas de Hospitales Rurales del futuro. Una buena opción para disfrutar de la hospitalidad, gastronomía y parajes asturianos y si además aprendía de alguna experiencia interesante o hacía algún contacto, pues miel sobre hojuelas. 

Pero tengo que admitir que el nivel de las Jornadas superó plenamente todas mis expectativas, dejando el aspecto lúdico-festivo en un total segundo plano.

Por la calidad de los ponentes, por los debates suscitados, por la implicación y  participación del público asistente, por los temas abordados, por la visión de las dos Gerencias de Area organizadoras del evento.....por todo.

Es la primera vez en bastantes años que tengo que reconocer que unas jornadas profesionales me han sabido a poco.

Me encantó poder desvirtualizar a unos cuantos compañeros del mundo 2.0 (un lujo  ver en persona a Carlos Alberto Arenas, Estibaliz Gamboa, Iñaki González, Julio Mayol, Enrique Sommer, Mónica Ventoso,....).

Y me sorprendió tener la constancia de algo que, pese a ser tremendamente simple, la mayoría de las veces pasa desapercibido para los ojos de un gestor:

La colaboración entre Centros y entre instituciones es fundamental en nuestro entorno...

Siiiiii, no me riñais, ya se que eso lo sabemos todos. Pero  es  que no os lo vais a creer ......   ES POSIBLE   (y yo pensando que desde mi silla de director de gestión nunca iba a poder ponerme de acuerdo con la dirección de enfermería, jajaja).

Hablando en serio, he podido comprobar que las Gerencias de Area I y III del Sespa han conseguido un grado de colaboración win-to-win que no es fácil encontrarse. 

Stephen Corvey nos decía que "las fortalezas están en nuestras diferencias, no en nuestras similitudes".  Cada una de las dos Gerentes de Area han sabido identificar las diferencias de cada Hospital y convertirlas en oportunidades, para ambos centros y para todos los usuarios de los mismos.

Los lazos de cooperación existentes hoy en día entre el Hospital de Jarrio en Coaña y el Hospital San Agustín de Avilés evidencian que el tamaño no importa, que el grande no siempre tiene que comerse al chico y que estas sinergias son altamente positivas para el usuario. En las jornadas de la Fundación SIGNO se llevaron un premio a la mejor comunicación por ello, pero en estas jornadas demostraron que lo ponen en práctica todos los días.

Mención aparte merece la conferencia final de Joan Elias Monclús. Nunca me había sentido tan bien despues de que nos riñeran por llevar 15 años hablando de lo mismo y de que nos invitaran a ponernos a hacer de una vez por todas aquello de lo que hablamos. Tras los 30 minutos de una conferencia absolutamente genial tengo que agradecerle que me diera todas las claves para dejar de ser humano, y convertirme en persona.

Sólo me queda felicitar sinceramente a todo el Comité Organizador por haber conseguido un evento completamente redondo. Y para que no penseis que soy un pelota voy a destacar también una cosa que no me gustó en absoluto de las Jornadas:    El nombre...

...Llamándose I Jornadas NACIONALES de Hospitales Rurales del futuro a alguién se le puede ocurrir celebrar las II Jornadas fuera de Asturias, y eso sería totalmente imperdonable...